Las varias Burgas de Ourense

(1)    LA PALABRA BURGA

(2)    "LA CIUDAD DE LAS BURGAS"

(3)    LOS MANANTIALES

(4)    PROCEDENCIA DE ESTAS AGUAS


Desde los tiempos más remotos de la humanidad las fuentes de agua caliente siempre fueron consideradas como algo misterioso y trascendente. En las Burgas de Ourense, la creencia popular explica que esas aguas proceden de un volcán –unas veces situado en el interior de Monte Alegre, otras veces a los piés del Santo Cristo de la Catedral- y que algún día explotará.
Naturalmente esta es una interpretación legendaria, sin base ni motivo alguno aparte de la pura fantasía. En Galicia no existe ninguna presencia volcánica, que se sepa. (En otras partes del planeta efectivamente hay termas de origen volcánico, pero este no es el caso de Galicia.) Lo que ocurre con nuestras aguas termales, en realidad, es una afortunada conjunción de factores naturales. Por una parte, la realidad geológica del lugar, que permite que el agua baje hasta grandes profundidades, y por otra, el fenómeno natural del calentamiento del agua en esas profundidades y su posterior subida y afloramiento

Para explicar el primer factor conviene fijarse, aunque solo sea en términos elementales, en la geología del subsuelo de Galicia. Grosso modo está formado por distintos tipos de roca compacta -con predominio de las graníticas- que forman un conjunto impermeable. (Que limita la aparición de agua subterránea y la formación de acuíferos.) Pero es el caso que los distintos movimientos orogénicos al largo de millones de años fueron capaces de producir fracturas, fallas o grietas de la roca, hasta grandes profundidades (varios quilómetros) que permiten la circulación de agua, unas veces en sentido de bajada y otras, de subida.

Veamos ahora la cuestión del calentamiento del agua. La expresión “energía geotérmica” suele usarse para definir aquella energía obtenida por el aprovechamiento del calor del interior de la tierra. Es una de las enerxías llamadas renovables y se viene aplicando industrialmente desde hace unos 40 años, tanto para calefacciones como para producción de electricidad. Consiste en insuflar agua por un tubo hasta certas profundidades y recibirla de nuevo, caliente, por otra conducción. Pues bien, este mismo trabajo es el que realiza la Naturaleza con las fuentes termales desde hace algún millón de años.

Es sabido que la temperatura de la tierra va aumentando segun se profundiza en ella. (Hasta llegar al núcleo en el que puede superar los 6.700 ºC.) Esa relación de temperatura/ profundidad es lo que se conoce como Gradiente Geotérmico. Esta medida no es un valor uniforme y varía mucho de unas regiones a otras del planeta. En Galicia, partiendo de 14º a unos 15 metros de profundidad, el Gradiente Geotérmico se sitúa, aproximadamente, en los 30 o 33ºC por Km., lo que supone un incremento de 1ºC cada 33 metros de descenso. Así la temperatura de los 100 grados se alcanzaría al llegar a los 3 Km. O sea, que a 3.000 m. de profundidad el agua que allí chega, hierve. (Pueden intervenir otros mecanismos fisico-químicos favoreciendo el calentamiento como, por ejemplo, la desintegración de isótopos radioactivos presentes en las masas graníticas o las fricciones propias de movimientos sísmicos.)


Ejemplo de una falla. Por la minúscula grieta podrían bajar o subir aguas.
Que haya circuitos completos de bajada, calentamiento y subida no deja de ser algo accidental, complexjo y sorprendente.

Dicho esto es fácil comprender lo que ocorre:
Primero hay unas aguas “meteóricas”: Lluvia, nieve, pedrisco...
Luego, una parte de ellas va a los arroyos, a los ríos y al mar. Otra se infiltra en la tierra y corre por vetas subterráneas aflorando en pozos y manantiales. Y una tercera parte, quizá la más pequeña, se cuela, se infiltra por entre las rendijas de la litosfera desembocando en honduras de varios cientos (o quizás miles) de metros donde se calienta a grandes temperaturas llegando, incluso, a hervir y a evaporarse. Ese vapor y esa agua caldeada buscarán una salida. No pueden salir por la misma grieta porque la presión que ejerce el agua entrante es muy fuerte. Esa misma presión empujará el agua caliente, a través de otra grieta hasta la superficie. También puede ocurrir que, si el agua llega a hervir, la presión del vapor ayude a la salida. En el recorrido hacia esa salida, pero también en la bajada, el agua va mojando y disolviendo parte de los minerales que encuentra. Según sean los minerales de las vetas recorridas tal serán los componentes de cada una de las diversas aguas. Por eso resulta que de todas las que hay en Ourense, aún siendo parecidas, no hay dos exactamente iguales en su composición. En cuanto a la temperatura de salida, tampoco hay dos aguas con la misma, bien porque salen de profundidades diferentes o bien porque se mezclan con agua fría que encuentran en el camino de vuelta.

El proceso descrito no ocurre en horas o en días como en el caso de las fuentes de superficie. Es un proceso muy largo que puede durar muchos miles de años, de tal forma que las aguas que están saliendo hoy en las Burgas ourensanas bien pudieron ser las de las lluvias que mojaron a los constructores de las antas o dólmenes hace 6000 años, ¡que xa choveu!

X.B.G. y M.D.Q.



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Ver también en esta web:
            El epígrafe As orixes. As Burgas, en Estampas Urbanas, (MEMORIA DE OURENSE) y
            el cuadro de Instalaciones de aguas minero-medicinales de Galicia.

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