Observando estas tablas se perciben, entre otros , los siguientes detalles:

1º.- Pese al descenso de votantes el PP subió en votos más que ningún otro partido, incluso bastante más que el ganador PSOE. Sin embargo la subida de escaños no es proporcional a la de votos. La causa radica en los "restos": el PP tiene más "restos" que nadie (de hecho ganó en 27 provincias -más las dos ciudades autónomas- frente a 23 en las que ganó el PSOE). Eso quiere decir que, si bien en esta ocasión perdió las elecciones, está muy cerca de una factible victoria que podría conseguir con pequeños aportes en cada una de esas 27 provincias (generalmente pequeñas) en las que existe un equilibrio inestable.
2º.- Destaca el resultado del nuevo partido UPyD que obtiene más votos que, por ejemplo, el PNV. Pocos más (289 concretamente), pero más, al fin y al cabo. Obtiene 1 solo diputado frente a los 6 del PNV. La causa de esta desproporción -estamos hartos de oirla- está en esa ley electoral⁽¹⁾, preconstitucional e injusta, que si sigue vigente es porque les va bien a los 2 únicos partidos que tendrían capacidad para poderla cambiar.
3º.- Los votos en blanco y nulos (opciónes legítimas como otra cualquiera) disminuyeron considerablemente. Alguna razón habrá.
4º.-La abstención de un 24,68 % del Censo Electoral, se considera aceptable, pero ese porcentaje corresponde a 8.360.597 ciudadanos. ¡Son muchos ciudadanos| Que no haya ningún partido capaz de movilizar a tan ingente cifra debiera preocupar a todos los que se dedican a la política.

(1).- ¿Quieres saber cual sería la distribución de escaños si la ley electoral contemplase una circunscripción única para todo el Estado? Pincha aquí.