EL DOLOR DE
ESPALDA, ¿ENFERMEDAD O SÍNTOMA?
Dr. Cesáreo
González Yáñez (1)
Habiendo
dedicado muchos años a la observación, estudio y
tratamiento de las
enfermedades de la columna vertebral siento el deseo de orientar-ayudar
a un gran número de personas que, sufriendo dicha
enfermedad, se
encuentran algo desorientadas sobre su naturaleza, gravedad y caminos a
seguir.
Antes
de nada debemos sentar una premisa importante: No hay
enfermedades de la espalda. Hay enfermos de espalda.
Con
ello quiero significar que siendo, como es, una patología
muy frecuente
y que afecta a personas de todas las edades, cada caso debe ser
individualizado por el médico de forma que el tratamiento
sea el
adecuado a cada ocasión según las
múltiples circunstancias que
intervienen en cada proceso.
Hay,
no obstante, un conjunto de normas, orientaciones y consejos que pueden
ser de utilidad para muchos pacientes,
los cuales, sufriendo de diversos dolores de espalda reciben criterios,
orientaciones y consejos dispares, lo que les causa una gran
incertidumbre. Muchos siguen tratamientos de total ineficacia, aunque
sean muy utilizados, e incluso, en algunos casos, se siguen pautas
contraproducentes. Trataré de aclarar, en lo posible,
qué pautas pueden
ser útiles a la mayoría.
Antes
de nada he de indicar que los dolores vertebrales son una de las causas
más frecuentes de consulta médica y de baja
laboral. Por ello tienen
una gran importancia social. Es patología de cualquier edad.
Los casos
más problemáticos se dan en la edad media de la
vida, la más activa
(30-50 años).
Sentaré
unos principios generales que son aplicables a la inmensa
mayoría de los casos:
--
La mayoría de los dolores vertebrales no conllevan gravedad
y deben ser
tratados por el médico de atención primaria, con
métodos sencillos y no
agresivos. La mayoría de las veces basta con un
analgésico sencillo
durante 2-4 días. Como mucho un anti-inflamatorio.
--
La gran mayoría de los dolores son debidos a un
sobre-esfuerzo de “las
partes blandas de la columna”, no de las
vértebras. Las partes blandas
están formadas por los músculos, los ligamentos y
los discos.
--
Los dolores de las partes blandas se producen porque las estructuras
vertebrales están trabajando bajo
“stres”. Éste se da cuando las
personas hacen trabajos o sostienen posturas inadecuadas, de forma
sostenida y repetida. El simple examen médico adecuado
muestra la
diferencia.
--
Existen pacientes con dolores eminentemente musculares, por
tensión excesiva de la musculatura, en personas estresadas,
con mala calidad de sueño y/o con depresión. Esta
patología es muy frecuente y por desgracia poco
diagnosticada.
La diferenciación entre patología
orgánica y patología
psico-somática
es una de las grandes lagunas que se aprecia en el ejercicio
profesional de cada día, siendo tratados de
patología “vertebral”
pacientes cuya enfermedad es psico-somática no diagnosticada
(Síndrome
mio-fascial, fibromialgia, etc.) que precisa un tratamiento y un
abordaje diferentes.
--
La mayoría de los dolores de espalda duran entre 5 y 21
días. Su evolución natural, en el 85%
de los casos, lleva a la curación. Lo
que quiere decir que curan sin tratamiento médico. Se
ha comprobado por evidencia científica que esos pacientes
curan en el
mismo tiempo tanto si acuden al médico como si no lo hacen.
Con la
particularidad de que los que no acudieron al médico se
salvaron de los
posibles efectos negativos de los medicamentos
--
Si esa evolución natural no se dio (15 % de casos
restantes), deberá
ser estudiado por médico competente en la materia que se
preocupe por
hacer un diagnóstico de la causa del dolor.
--
En una gran parte de pacientes el examen radiológico no
proporciona un diagnóstico causal,
porque, con muchas frecuencia, lo que “dan las
radiografías” no es la auténtica causa
del problema.
--
La artrosis vertebral es natural
desde
la edad de 40-45 años, en forma de cierto
“desgaste” de algunos discos
intervertebrales y algunas articulaciones posteriores. Tenemos, los
médicos, el riesgo de considerarlo como
patológico sin serlo.
--
Cuando un
paciente sufre de dolor cervical o lumbar y, además, este
dolor irradia
hacia brazo o pierna y supera las 3 semanas sin clara
mejoría, puede
ser adecuado practicar una prueba diagnóstica más
precisa como el TAC o
la Resonancia Magnética, las cuales nos
informarán sobre la posible
existencia de una protusión o de una hernia discal.
--
La gran mayoría de las hernias discales curan sin
cirugía. La precisan
aquellos casos que no responden al tratamiento y que siguen presentando
alteraciones neurológicas de la raíz comprimida
más allá de las 6-8
semanas y con evidencia de sufrimiento del nervio por
electro-miografía.
--
Existen muchos pacientes con el
diagnóstico de ciática
que no tienen la raíz comprimida. Se trata de otro tipo de
patología,
más leve, que cura con tratamiento físico
(gimnasia a la medida, sostén
abdominal) y con suave medicación, pues la causa es la
sobrecarga de
unas articulaciones llamadas facetarias posteriores. Es
patología leve,
como digo, aunque latosa. Su diferenciación de la auténtica
ciática por compresión de la raíz
nerviosa es muy importante y siempre un reto para el buen
profesional.
--
Los discos herniados solo necesitan cirugía si comprometen
de forma
sostenida a la raíz nerviosa (7-10% de casos). La finalidad
de la
operación es la liberación del nervio. (Se opera
por el nervio, no por
el disco herniado). Los discos tienen mecanismos propios de
curación
(por desecación-pérdida de volumen por
substancias proteo líticas
propias). Debemos respetar su tendencia natural.
--
La operación de un disco por dolor de espalda (sin
ciática) casi
siempre lleva al fracaso. Quizás en un futuro, no lejano, se
proceda a
la substitución del disco por una prótesis
artificial que cumpla en
gran parte la función amortiguadora-repartidora de fuerzas
del disco
extraído. En ese caso sí estaría
justificada la cirugía substitutiva en más
ocasiones. Hoy por hoy es todavía cirugía
experimental.
Terminaré
exponiendo una serie de consejos de higiene vertebral
que son útiles para todos los pacientes de “dolor
vertebral”:
● Los
dolores de espalda no deben ser tratados nunca con reposo prolongado en
cama.
● La
marcha y el ejercicio físico adecuado a la edad son muy
importantes para prevenir.
●
Los movimientos y esfuerzos en inclinación del cuerpo hacia
adelante de forma sostenida son negativos para la región
lumbar.
●
En
el trabajo sedentario (oficina, cadena de montaje, etc.) es importante
permanecer sentado con la región lumbar recta y nalgas
atrás en el
asiento. Una elevación del apoyo de los pies (taburete) de
unos 10-20
cm. es lo más adecuado.
●
Es
importante para evitar dolores, sobre todo los cervicales y dorsales,
tener un suficiente descanso nocturno y un sueño de calidad.
El déficit
de sueño de calidad (profundo) es, en mi experiencia
profesional, la
causa más frecuente del dolor de cuello y hombros y de los
de la parte
alta de espalda y cabeza, sobre todo en las mujeres.
●
Los
dolores lumbares, sobre todo en mujeres después de la
menopausia,
tienen su causa más frecuente en la debilidad de la
musculatura
abdominal, que provoca aumento de la lordosis lumbar, lo que causa
presión sobre las articulaciones posteriores. (Constituye
una de las
causas más frecuentes de dolor: síndrome
facetario posterior). Su
solución es simple: ejercicios de abdominales flexionando
los muslos
sobre el vientre y una faja de sostén abdominal.
●
De
todo cuanto se pueda recomendar a quien sufre de dolor de espalda, que
beneficia a todos y que contiene todo lo positivo deseable, sobre todo
para prevenir, destaca un remedio. Se llama: caminar.
Es barato, sencillo, adaptable a todas
las edades y aporta múltiples ventajas: mejora el tono
muscular, mejora
la fijación de calcio en el hueso (evita la osteoporosis
mejor que
ningún medicamento), mejora el estado de ánimo,
ayuda a fabricar
substancias en el cerebro que protegen de ánimo bajo y del
dolor
(Serotonina, Endorfinas).¿Quién da
más?.
No
puedo terminar sin añadir que mis 40 años
dedicado al estudio y
tratamiento de los dolores vertebrales me permiten tener la libertad de
decir que, en general, los médicos deberíamos
basar más nuestro
quehacer, en enfermedades de la espalda, en la búsqueda de
soluciones que
cumplan los requisitos de la Medicina de la Evidencia: aplicar a
nuestros enfermos sólo aquellos tratamientos que
estén avalados por la
evidencia científica como auténticamente
útiles. Si así fuese
simplificaríamos mucho la curación,
evitaríamos más las recaídas,
haríamos tratamientos más sencillos,
reduciríamos el gasto sanitario y,
sin lugar a dudas, lo agradecerían los pacientes.
Espero
que éstas líneas le sean de utilidad si
algún día está confuso/a por su
dolor de espalda. No se preocupe: la gran mayoría tienen
causa leve y
fácilmente detectable y curable si ponemos los medios
adecuados y
sencillos a condición de abandonar, médicos y
pacientes, la rutina
actual y los tratamientos que no muestran científicamente
ser útiles
más allá del placebo. Como en tantas cosas de la
vida para resolver
algo hay que intentar resolver la causa que lo produce
(1)
El Dr. Cesáreo González
Yáñez es médico especialista en
traumatología y
ortopedia por
las Universidades de Lausana,
Ginebra y París.
Actualmente es Director del “Centro del Aparato Locomotor y
Enfermedades de Columna Vertebral” sito en Ourense, Av. Saenz
Díez,
7-bajo.
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